domingo, 12 de agosto de 2012

No me crece la albahaca

Esta va a ser la tercera vez en mi vida que planto albahaca sin éxito. Y no sé qué hago mal la verdad, si hasta les pongo música clásica. No joder, no estoy tan loco, la música clásica la pongo para mí. Pero dejo la puerta entreabierta para que se entere la albahaca. A mí me gusta Chopin, será que la albahaca es más de Schubert. Será eso. Las plantas de albahaca es que son muy suyas.

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Camarón tras publicar “La Leyenda del tiempo”
No, no. Os he metido un gol por la escuadra con esto. No es Camarón, es Sócrates. Pero tampoco es el Sócrates creador de la mayéutica, éste es otro. Éste metía goles. Es una coñita muy fina que os hago. La broma está ahí aunque no se vea.

 

<<…pienso que, cuando un artesano u otro que su índole destine a negocios privados, engreído por su riqueza o por el número de los que le siguen o por su fuerza o por otra cualquier cosa semejante, pretenda entrar en la clase de los guerreros, o uno de los guerreros en la de los consejeros o guardianes, sin tener mérito para ello, y así cambien entre sí sus instrumentos y honores, o cuando uno solo trate de hacer a un tiempo los oficios de todos, entonces creo, como digo, que tú también opinarás que semejante trueque y entrometimiento ha de ser ruinoso para la ciudad […]. Por tanto, el entrometimiento y trueque mutuo de estas tres clases es el mayor daño de la ciudad y más que ningún otro podría ser con plena razón calificado de crimen. […] ¿Y al mayor crimen contra la propia ciudad no habrás de calificarlo de injusticia?>>.

Si algo tiene Sánchez Gordillo de socrático es que predica con el ejemplo. Sánchez Gordillo, por si usted no lo conoce, es el único señor que lleva bufanda en Andalucía en verano. Lleva una kufiyya, que no falte rigor aquí, y una barba que tiene pinta de que si se analizase se podrían añadir un par de elementos más a la tabla periódica.

Sócrates fue el inventor de la mayéutica, que no es la ciencia que estudia las mallitas que se ponen las señoras entradas en años y en kilos que carecen de pudor y viven de espaldas a la vergüenza ajena y a lo socialmente aceptable, es otra cosa. Además, y entre otras muchas cosas, escribió las líneas que más arriba acabáis de leer totalmente sacadas de contexto por mí. En realidad las dijo pero no las escribió, las escribió Platón, porque Sócrates era un outsider y no creía en la palabra escrita. Gordillo, al igual que Sócrates, es un outsider. Es cierto que la performance del otro día del SAT y Sánchez Gordillo en la puerta del Mercadona tiene mucho de propagandístico y de teatrillo, pero también tiene mucho de predicar con el ejemplo.

Aunque aquí ya estamos otra vez pinchando en hueso y de vuelta con “las dos Españas” que es una expresión que está muy de moda entre los vehementes tertulianos políticos, y lo que está de moda es oportuno. Dos Españas. Luego está el país ese del que tanto habla La Razón, que por lo visto están allí que lo tiran. La Razón es ese periódico patriótico que da consejos a sus acaudalados y patrióticos lectores de cómo sacar su dinero de la zona Euro y de su patria. Pero eso no es ser antipatriota, eso es ingeniería financiera. Es también, La Razón, ése periódico que se pregunta que pa’ qué sirve Marte, que si es una puta mierda de solar sin urbanizar ni nada y que por no tener no tiene ni puerto donde atracar El Bribón.

Pero a lo que voy, que ya estamos con que si la abuela fuma. Que si eres comunista cómo cobras dinero por trabajar, que si tan ateo eres cómo vives en el Mundo que lo creó Dios,… Y ya aquí entramos en algo muy español que es el “yo respeto tu opinión pero no la comparto, y si la vuelves a repetir te mato a pedradas.”

Porque no nos engañemos, Bankia nos ha robado 20.000 millones de euros, pero el problema de verdad es que Gordillo ha robado unos carritos con comida. Ése es el problema, que en España no estamos acostumbrados a que un político robe tan poco. Que lo dice bien clarito la ley, que si robas más de 400€ eres un delincuente y vas a la cárcel, y si robas más de un millón de euros te nombran Consejero Delegado de Telefónica.

El poder, siempre adscrito a la oposición al cambio, siempre alérgico a cualquier convulsión o a todo lo que huela a grito popular, basa la seguridad de su chiringuito en convencernos de que mejor no remover nada y nos recuerdan día a día que tenemos que aceptar perder todos nuestros derechos ordenadamente y en silencio, por el bien de la tranquilidad del ente mayor que son Los Mercados. Desde que hay que tener fe en Los Mercados, la economía se ha convertido en una religión que, como todas las religiones, garantizan su supervivencia a través del miedo.

Gordillo, como Sócrates, morirá a manos del establihsment. Quizás su suerte, que no la de Sócrates, es que no será literal su muerte. Segundos antes de morir, ya estaba casi fría la zona del vientre (esto lo pone en la Wikipedia, yo no estuve allí), Sócrates le dijo a su discípulo: “Critón, le debemos un gallo a Asclepio, así que págaselo y no lo descuides.” Esas fueron las últimas palabras de uno de los personajes más importantes de la historia: “llévale un pollo que le debo a un fulano.” Quizás Gordillo en su lecho de muerte diga: “Paco, le debemos 60€ a Juan Roig de unos carritos que nos llevamos, así que págaselo y no lo descuides.”

El hecho es que si eres español, esto de la expropiación de alimentos te podrá parecer bien o mal, pero al fin y al cabo te importará una puta mierda. Porque todos somos muy egoístas.

En fin… como te iba diciendo, que no sé qué hago mal, pero que no me crece la albahaca.

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