Un hombre, cero patos

Anoche en sueños se me apareció San Raimundo de Peñafort (sé que era él porque de pequeño tenía una estampita suya) y me dijo que venía a contarme por qué ya nunca me acordaba de escribir en el blog. Según él, escribo poco en el blog porque he sido remplazado por una especie de clon venido del futuro que es exactamente igual que yo en todos los sentidos pero que es incapaz de recordar que tiene un blog.
Hasta aquí la introducción chichinabesca del post de hoy.

Si ves Los Simpsons tanto como yo (según mis cálculos he visto unas 50 veces cada capítulo) seguro que recuerdas el capítulo en el que Bart y Lisa crean un informativo infantil. Bart tiene un espacio llamado “La gente de Bart”, unos reportajes sentimentalistas y melodramáticos que sólo buscan ganar audiencia sin importar que lo que cuente sea cierto del todo o no. Si no lo recuerdas porque a las dos de la tarde ves… lo que sea que pongan a esa hora que no sea Los Simpsons, ve al minuto 2:20 del siguiente video.

Los Simpson, edicion aniñada from yoyoyo on Vimeo.

Los informativos de cualquier cadena española podrían estar inspirados en “La gente de Bart”, en especial los de laSexta o Antena3. Pero se supone que los de TVE no. Una televisión pública debe regirse por otros objetivos distintos a la sangrienta lucha por la audiencia. Un informativo de una televisión pública debería solamente informar. Informar de forma rigurosa, blanca y veraz, con un tono alejado del alarmismo apocalíptico.

Es triste ver como el informativo de TVE le dedica un espacio diario al desastre de Japón con una cabecera con imágenes en blanco y negro de la masacre y música dramática de fondo. Con titulares totalmente exagerados y alarmistas.
Yo sinceramente creo que este tipo de desastres pone cachondos a los periodistas, que tienen verdaderas erecciones cuando pasa este tipo de cosas.

No es exclusivo del telediario de la1, esta ha sido la tónica general de la prensa en la cobertura del desastre de Japón:

 

En fin… como te iba diciendo, un hombre, cero patos. Por cierto, al final del capítulo la gente se cansaba del informativo infantil de Bart y Lisa, está claro que la realidad no siempre supera a la ficción.