En la vida hay sentimientos contradictorios. Por ejemplo, hay cosas que no te sientes orgulloso de hacer, aunque te guste o saques algún beneficio haciéndolo. Una de ellas es poner la oreja, estar junto a alguien que no conoces absolutamente de nada y aún así estar pendiente de lo que está hablando. Si esto que les digo fuera deporte olímpico, tengo un amigo que sería el abanderado español año tras año. Como tantos otros sentimientos contradictorios, al poner la oreja, te sientes mal y a veces bien. A veces bien porque lo que escuchas te puede hacer reír, e incluso te puede dar una historia que contar. Una de esas historias que me hizo sentir bien y a la vez mal es la siguiente:
Un día en la facultad, entre clase y clase, un chaval coge el móvil y hace una llamada. Yo estoy esperando a que comience la clase y estoy aburrido así que pongo la oreja y escucho: “Gordi, ¿te vas a venir a mi piso?”…”venga ¿no?”… “tengo yogur de pera”. Se despidió y colgó. Ahí estuve a punto de decirle: Chaval, asúmelo, tu novia solo te quiere por tus lácteos. Pero me contuve. Fue entonces cuando descubrí el verdadero significado de la célebre canción del Arrebato: “búscate un novio que te quiera, que te tenga llenita la nevera… de yogur de pera”.
Como les digo, el anterior es un ejemplo de algo que haces y no te sientes orgulloso de hacer, y sin embargo el haberlo hecho hace que te eches unas risas.
Otro sentimiento contradictorio me brota al pensar si Zapatero debe o no debe recibir al Papa. Porque si bien es cierto que el presidente de un estado laico no debería recibir a ningún líder espiritual, ya sea católico, islamista o budista, también es cierto que el Papa, el artista mejor pagado del mundo, también es jefe de estado. Anoche hablando del tema con mis amigos(el alcohol te empuja a hacer muchas locuras) me decían que si se recibió a un impresentable como Chávez, indudablemente se debería recibir al Papa, y no les falta razón.
El tema es que no es una discusión inocente, está totalmente politizada. Y ese es el verdadero problema. Creo que de una vez por todas debemos dejar la religión a un lado, a la elección interior de cada individuo, y no crear etiquetas izquierdista-laico, derechista-católico. Que cada cual le rece al Dios que quiera, y que luego vote lo que crea conveniente, y que no se sienta condicionado por un estereotipo rancio, antiguo e injusto.
La visita del Papa nos deja además otra perlita de esas que hacen que se te revuelva el estómago, de esas que crean odios.
“El Papa tiene que ser consciente de que viene a una nación que es Cataluña y que no va a una región meridional mediterránea sin mucha personalidad”
Una región meridional mediterránea sin mucha personalidad. Totalmente gratuito. Creo que sería incapaz de comerme todo lo que tengo ganas de vomitar.
Muchas veces me pregunto si esta gente se escucha cuando habla, o es que son rematadamente gilipollas sin más. Creo que Artur Mas necesita unas lecciones rápidas de historia de Andalucía antes de poder hablar de una forma tan irresponsable y gratuita. El odio que muchos andaluces tienen al nacionalismo catalán, aunque censurable, a veces está más que fundado, y comentarios como este no ayudan a aplacarlo.
En fin…como te iba diciendo, política y religión, sentimientos contradictorios.
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