- Esa gente ni siente ni padece. No son humanos. Si lo fueran no podrían vivir así. No se resignarían a ser tan miserables.
- No habrán conocido nada mejor.
El anterior, es un diálogo que pertenece a Las uvas de la ira, la genial película de John Ford, basada en la novela homónima de Steinbeck. Trata de cómo una familia de campesinos estadounidenses sufren los efectos del crack del 29, de cómo tienen que emigrar para poder seguir trabajando y de la mala situación del momento. Como digo, la novela original fue escrita por Steinbeck, escritor estadounidense perteneciente a la denominada Generación Perdida.
Hasta el momento, era la única generación “perdida” de la que tenía conocimiento, pero de un tiempo a aquí la prensa viene nombrando a la generación de jóvenes de entre 15 y 24 años, mi generación, como la Generación Perdida.
¿El motivo? La actual crisis mundial está generando unas cifras de paro juvenil nunca vistas hasta ahora, cifras de paro juvenil que en España concretamente alcanzan un increíble 40%, cifras de paro que hace que se pierda una de las generaciones mejor formadas y preparadas de la historia.
El panorama es desolador. No hay visos de cambio. Una persona se siente indefensa y frustrada cuando sabe con certeza que nada de lo que pueda hacer tendrá ni la más mínima repercusión. Cuando sabes que estudiarás una carrera, estudiarás un máster, estudiarás incluso una segunda carrera, y no tendrás nada garantizado. Podrás verte en el mismo saco que el 40% de tus coetáneos. A lo sumo, aspirar a un empleo temporal, por el cual podría optar cualquiera con la mitad de tu preparación, de condiciones precarias, con un sueldo de risa, y gracias. Es curioso como la palabra mileurista se acuño en tono despectivo, y empieza a postularse como un adjetivo superlativo.
¿Porqué se ven tan pocas medidas contra esto? ¿Porqué no un plan de inserción laboral juvenil? ¿Porqué no es objetivo primordial de CCOO y UGT? Porque comprendo y comparto que abaratar el despido y las pensiones es un tema importante, pero lo son también muchos más. Creo que uno de los principales problemas de los sindicatos es que se preocupan única y exclusivamente del trabajador en activo. A ver, en vez de discutir hasta el céntimo el salario de convenio o el despido, ¿porqué no negociar un paquete de ofertas de empleo, aunque haya que claudicar en otros aspectos?. Pregúntenle a una persona en paro si trabajaría por un euro menos la hora según convenio.
En fin...como te iba diciendo, el panorama laboral es desalentador. Corremos el riesgo de desperdiciar una de las generaciones mejor preparadas de las historia, lo cual sería un desperdicio social y económico.
- Esa gente ni siente ni padece. No son humanos. Si lo fueran no podrían vivir así. No se resignarían a ser tan miserables.
- No habrán conocido nada mejor.
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